
Las funciones ejecutivas son un mecanismo de control con propósitos generales que modulan la operación de varios subprocesos cognitivos o habilidades más específicas, entre las que destacan el control inhibitorio, la flexibilidad cognitiva y la memoria de trabajo.
Las funciones ejecutivas monitorizan todo el comportamiento, lo que implica la resolución de problemas cognitivos, la regulación de las propias emociones y la adecuación social, lo que en suma podría traducirse en maduración escolar.
Los ambientes lúdicos son espacios que fomentan el desarrollo de las funciones ejecutivas, siendo a su vez una actividad motivante que, además de reducir la ansiedad, permite a los niños probar y practicar lo aprendido sin la necesidad de enfrentarse a los aspectos duros de la tarea.
El programa de juego es una herramienta innovadora a los problemas conductuales, atencionales y de aprendizaje, que con frecuencia se presentan en el contexto escolar. Esto requiere de una formación tanto teórica como práctica, para relevar las funciones ejecutivas y comprender el juego desde una nueva perspectiva.
Este taller aborda las funciones ejecutivas como un proceso cognitivo subyacente al aprendizaje y desarrollo emocional en el contexto escolar; y el reconocimiento del juego como herramienta para potenciar dichas funciones de acuerdo a la etapa evolutiva del niño/a.