
La humanidad se enfrenta a los desafíos mayores y entretejidos del incremento de la desigualdad social y de la insustentabilidad ambiental que amenaza desembocar en una catástrofe climática. En tal contexto, es muy grande la responsabilidad de la enseñanza superior pública, entendida en la mejor tradición latinoamericana como el ámbito donde se combinan la enseñanza, la investigación y la extensión. La humanidad difícilmente afrontará los desafíos mencionados si no avanza en trans-formaciones que incluyan la reorientación de la generación y el uso del conocimiento hacia mayores grados de igualdad y sustentabilidad. Ello no es viable sin una drástica expansión de la formación avanzada que generalice el acceso a ella, incluyendo a sectores usualmente postergados.