
Tema: Aprender a convivir y convivir para aprender: posibilidades en un mundo convulsionado*
Fecha límite de recepción: 31 de diciembre de 2020
El aprendizaje y la convivencia forman un binomio social que adquiere configuraciones particulares según los contextos espacio-temporales en que tenga lugar: se aprende a convivir, pero, al mismo tiempo, también se convive para aprender. Ahora los fenómenos socioeducativos que se construyen en esta relación binaria se ven afectados por micro- y macrofactores, cada vez más interconectados en la esfera mundial; por ello, cualquier intento por comprender esta relación, intervenirla o transformarla considerará, indiscutiblemente, estos factores, ya sea de forma particular o en todas sus posibles combinaciones.
A partir de los años noventa, el aprender a convivir ha sido reconocido como uno de los pilares de la educación (Delors, 1996). Durante estas décadas se han estudiado las transformaciones de sus conceptos, enfoques, intervenciones y propuestas. Aun cuando es posible identificar logros y avances históricos, aprender a convivir continúa siendo un desafío educativo. Hoy, la inclusión social, la participación protagónica de los estudiantes, la resolución pacífica de conflictos y el ejercicio efectivo de los derechos humanos son materias pendientes en muchas aulas, escuelas, provincias y países.
Sumado a lo anterior, las condiciones de vida en general se han modificado: los problemas socioeconómicos se han recrudecido al acrecentarse la pobreza y las brechas de desigualdad; las violencias han aumentado dentro y fuera de los planteles educativos; los contenidos se han globalizado; la convivencia ha traspasado los límites físicos de la escuela y se ha colocado también en los espacios de la educación virtual.
La pandemia Covid-19 ha intensificado y exacerbado conflictos sociales latentes o explícitos en las relaciones entre estudiantes, entre ellos y sus profesores, así como entre las escuelas y las familias. El cierre de las escuelas y el confinamiento en las casas han develado las grandes inequidades en las condiciones educativas con las que trabajan docentes y estudiantes (acceso a la tecnología, recursos educativos, espacios físicos adecuados). A esto se agregan problemáticas como el desempleo, el estrés, la falta de bienes y servicios básicos, contagios y muertes, que han impactado los procesos educativos y de convivencias, dentro y fuera de las escuelas. Las nuevas formas de educación no presencial han transformado también los medios a través de los cuales dichos conflictos se expresan y administran.
Frente a esta inesperada situación, ¿cuáles han sido los impactos en los aprendizajes y cómo se ha modificado la convivencia entre los actores educativos? ¿Podemos hablar de nuevas maneras de aprender a convivir? Y desde las nuevas formas de convivencia, ¿de qué aprendizajes damos cuenta?
En esta convocatoria, sostenemos que la convivencia es uno los grandes promotores del aprendizaje; el constructo esencial de su dimensión social, dado que aprendemos con los otros y para los otros (Fierro-Evans y Carbajal-Padilla, 2019). Sin embargo, aprender a convivir y convivir para aprender en un mundo convulsionado por los estallidos sociales, las emergencias sanitarias, las represiones policiacas, la violencia del crimen organizado, las debilitadas políticas públicas, el resquebrajamiento del tejido social, presenta un sinnúmero de avances y retrocesos, oportunidades y claroscuros, que son necesarios visibilizar.
Como miembros de la Red Latinoamericana de Convivencia Escolar, hacemos un llamado a los investigadores y estudiosos de la convivencia y el aprendizaje para compartir los resultados de investigaciones y sistematización de intervenciones a través de este número temático. Las contribuciones pueden implicar los ámbitos pedagógico-curricular, organizativo-administrativo o sociocomunitario (Fierro-Evans y Carbajal-Padilla, 2019). Buscamos artículos críticos y reflexivos, principalmente con resultados de investigación, que den cuenta de las tensiones y oportunidades de las nuevas formas de convivencia-aprendizaje en un mundo altamente convulsionado como el que estamos viviendo. Estas contribuciones pueden incluir las siguientes temáticas:
- Sistematización de experiencias y propuestas educativas innovadoras
- Formación docente y profesional ante la convivencia escolar
- Perspectivas punitivas versus formativas
- Resolución pacífica de conflictos
- Educación para la paz
- Convivencia en la educación virtual
- Educación intercultural y convivencia
- Violencias inter- y extraescolares
- Diversidad y convivencia
- Debates en torno a la pedagogía de la convivencia
- La convivencia en el escenario de transformaciones sociales
- Ciberconvivencia
- Perspectivas comunitarias para el abordaje de la convivencia escolar
- Gestión de la convivencia: planeación, operación y evaluación
- Indicadores de convivencia
- La escuela y sus agentes
- Micro- y macroanálisis de la convivencia
- Políticas educativas de la convivencia escolar
- Nuevas metodologías para indagar e investigar en convivencia
- La convivencia en tiempos de pandemia
- La convivencia escolar y la convulsión política, social y económica
- Relaciones entre convivencia política, convivencia social, y convivencia escolar
- Niñas, niños y adolescentes: constructores de comunidades
Palabras clave:
Educación, aprendizaje, convivencia
Para envio de articulos y directrices para autores, den click AQUI